miércoles, 15 de febrero de 2017

Malala y la Educación Infantil







Ahí está, parada Malala Yousafzai, una joven paquistaní, con el corazón en la mano, de pie, frente a un podio, recibiendo el premio nobel de la paz, convirtiéndose en la ganadora más joven que haya recibido este premio.



Cuando tenía entre 11 y 12 años empezó a escribir un blog bajo el pseudónimo de Gul Makai para la BBC, aquí narraba su vida diaria bajo el régimen del Tehrik e Taliban Pakistan, asociación terrorista que proclama el extremismo religioso islámico y el yihadismo, sus intentos de tomar el control del valle, y externaba  sus   opiniones sobre la promoción de la educación de los  niños en el Valle de Swat.

"¿Cómo se atreven los talibanes a quitar mi derecho básico de la educación?" (26 de octubre del 2009, Peshawar, Pakistan).


Los talibanes obligaron a las escuelas privadas prohibir la educación a las niñas.
Poco a poco fue ganando popularidad. En el año 2012 abordó un autobús escolar y un hombre armado le apuntó y le disparó tres veces. Este atentado fue condenado internacionalmente. Después de varias cirugías y rehabilitaciones retomó su educación.


"Volver al colegio me hace muy feliz, mi sueño es que todos los niños en el mundo puedan ir a la escuela por que es su derecho básico." (Unonoticias, 19 de Marzo del 2013).



Creo firmemente que la educación es la base fundamental en el desarrollo humano para la formación de adultos productivos, éticos y cultos.                


Es difícil de creer que en el año 2017 existan niñas y niños con restricción a este derecho universal, en el caso de México, es un derecho constitucional garantizado por el artículo 3ro.

En México el 93.9% de los niños en edad de educación básica están inscritos, se espera que el 20% no termine, y un 6.1% no acude a la educación básica. Las causas principales son la pobreza y el trabajo infantil (550 mil niños entre 5 y 11 años trabajan. Unicef 2014).

Hace unos años tuve la oportunidad de colaborar con una fundación, en donde visitamos albergues infantiles. Ahí, los niños pasan el tiempo, haciendo nada; un poco jugando fútbol, un poco viendo televisión y un poco conviviendo. Algunos asistiendo con poca regularidad a la escuela primaria que quedaba más cercana, cuando algún familiar pasaba por el y lo podía llevar. Casos así, contados. Dentro de ese grupo había por lo menos un par que no sabía leer ni escribir. (El 5.5% de la población al 2015 es analfabeta, 60% mujeres. cuéntame.inegi.org.mx). 
La buena noticia es que la educación en México llega cada vez a más niños (1.25% de personas entre 15 y 29 años es analfabeta. IDEM). Lo maravilloso sería que se pudiera llegar al 0% y que no hubiera tanto desertismo en el sistema educativo, que tuviéramos más maestros comprometidos, y padres de familia que trabajen en conjunto con ellos, acercar a los niños a los libros, hacerlos curiosos, que cuestionen todo, desarrollar sus mentes, empoderarlos contra la violencia, la desigualdad y la pobreza a través de la educación.
Si queremos un mejor país, a mi parecer, debemos voltear a ver la niñez en México, luchemos como lo hizo Malala por defender los derechos educativos de nuestros chiquitos.


"Pocas armas hay tan poderosas en el mundo como la de una niña con un libro en la mano"
                                                                                                                          Malala Yousafzai.








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